225º ANIVERSARIO DEL BAUTISMO DE RADA TILLY Y PUNTA MARQUES
26 de Diciembre de 1794 - 26 de Diciembre de 2019
Cuando el 26 de diciembre de 1794 llegó la expedición comandada por el Capitán de Fragata Juan Gutiérrez de la Concha y Mazón, se encontraron con una gran barrera visual hacia el sur, una meseta que ingresa más de 2 km mar adentro, y como no sabían como continuaba la costa es que dicho Capitán decide saltar a tierra y ascender por el único lugar posible que es el lugar al que llamamos valle colgante o V corta, para ver cómo seguía el relieve más al sur. Ese día además de bautizar a la Rada Tilly y a la Punta Marqués, se convirtió en el primer registro escrito de un explorador científico en pisar nuestro suelo y ascender por una de las mesetas más impactantes de nuestra patagonia. Hoy se cumplen 225 años de aquel suceso del que heredamos nuestro nombre y parte de nuestra identidad. (En la foto vemos la Rada, la Meseta, el lugar de anclaje y el recorrido de ascenso de 167 msnm)
En este blog mas información en:
https://radatillyenelpasado.blogspot.com/2019/04/1780-1795-algunos-mapas-del-golfo-san.html
El siglo
XVIII fue la centuria de las grandes expediciones científicas. En ese marco fue
cuando se organizó la comisión científica más importante de la historia de la
Real Armada española, el viaje alrededor del mundo de Malaspina-Bustamante. Cuando
desde la isla de León, el 10 de septiembre de 1788, los capitanes Malaspina y
Bustamante y Guerra se dirigieron a la Corte para explicar cuál era la
importancia de la realización de su proyecto, se manifestaron diciendo que era
en aras de ubicar a la nación española entre aquellas naciones, como la inglesa
y la francesa, impulsoras en aquel tiempo del progreso de la geografía, la
navegación y la historia natural. Manifestaron que se tomarían en cuenta a lo
largo de la travesía distintos puntos de estudio: la elaboración de cartas
hidrográficas y derroteros para la navegación, el análisis de la situación
política americana, el estado de comercio de cada provincia a partir de sus
productos naturales, la capacidad de cada reino para resistir una invasión
extranjera, la situación y conveniencia de cada puerto, y los ramos de la
construcción o productos navales.
Pasan de largo por estos lares.
Al
aproximarse al puerto de San Gregorio el capitán Malaspina expresó en su
diario: “(…) habíamos experimentado unos remolinos bien vivos, los cuales llegaban a alucinar a los vigías de
nuestros topes hasta hacerles creer que serían restingas; otras veces nos hacían o difícil o
imposible el gobierno de los buques (…).” Estas fueron las razones
principales por lo que no fue reconocido el golfo de San Jorge, dejándose para
otra oportunidad. Esa difícil comisión, le sería asignada a Gutiérrez de la Concha en 1795.
Gutiérrez de la Concha.
Su
primera experiencia militar fue en 1776, formando parte de la imponente
escuadra al mando del marqués de Casa-Tilly, en la expedición de Pedro de
Cevallos contra el Brasil portugués (cuyo objetivo específico fue la conquista
de Santa Catalina).
Su
mayor experiencia científica la obtuvo con la participación como parte de la
tripulación de la corbeta Atrevida, en la expedición científica llevada
a cabo por Malaspina y Bustamante (la cual duró algo más de cinco años, desde
su partida de Cádiz en 1789). Gutiérrez de la Concha fue elegido por el propio comandante Malaspina y pudo
demostrarle sus condiciones profesionales como astrónomo e hidrógrafo en el
transcurso de la expedición, logrando numerosos elogios y recomendaciones de
sus jefes. Igualmente supo brindar también una faceta distinta a las tareas
hidrográficas y astronómicas a las que estaba acostumbrado por su formación
naval y científica. Nos legó sus interesantes descripciones y reflexiones sobre
algunos grupos indígenas con los cuales había mantenido contacto, oportunidad
en la que demostró tener una faceta casi de auténtico etnógrafo. En esos
aportes de Gutiérrez de la Concha percibimos el espíritu propio del hombre
ilustrado del siglo XVIII, curioso por aquello distinto a lo conocido, a la
civilización occidental a la que pertenecía, deseoso de saber, de profundizar
sobre el conocimiento de otros pueblos y de otras formas vida con las cuales
compararse, en esa necesidad ilustrada de reconstruir lo que se consideraba
como “el estado natural” del hombre, anterior a la influencias “artificiales”
que establecía la sociedad o los convencionalismos culturales. Su participación
en la expedición le aseguró, además de los años de experiencia en los trabajos
científicos y en materia náutica, ascensos en la jerarquía militar; al mismo
tiempo que la designación como comandante de una comisión científica destinada
a la Patagonia Argentina. Esta última fue el primer gran nombramiento que tuvo
en su carrera: ser el jefe de la expedición que debía partir hacia el
reconocimiento del golfo de San Jorge en 1795. La misma cumplió con sus
objetivos estratégicos, al hacer acto de presencia en las posesiones
meridionales españolas, zona amenazada por las aspiraciones de Inglaterra; sin
embargo, significó también un importante aporte al conocimiento hidrográfico y
náutico de la región, aclarando inexactitudes de exploraciones pasadas y
convirtiéndose en una de las expediciones españolas más importantes del siglo
XVIII a la Patagonia (tanto por la entidad de los trabajos cartográficos
llevados a cabo, como por su nivel científico). La cartografía argentina le
debe a Gutiérrez de la Concha aquel reconocimiento del Golfo de San Jorge, y el
legado que dejó a partir del levantamiento de cartas y planos de sus costas y
de su toponimia. Esta última fue confeccionada en homenaje a figuras que él
consideró distinguidas. Aquella expedición patagónica representó la importante
posibilidad de demostrar su valía para el mando y la toma de decisiones.
Extracto obtenido de la TESIS DOCTORAL El brigadier Juan Gutiérrez de la Concha y el papel de los marinos españoles en tiempos de la revolución rioplatense (1808-1814) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Carlos Nicolás A. Pesado Riccardi de la Universidad Complutense de Madrid https://eprints.ucm.es/39541/1/T37860.pdf a dispisicion en la web en forma gratuita.
Publicado el 25 de Diciembre de 2019
Felicitaciones por el blog, muy interesantes las notas sobre la bahía de San Jorge.
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