1898 - FRANCISCO PIETROBELLI - FUE EL PRIMERO EN CIRCUNDAR PUNTA DEL MARQUÉS?

Cuando comencé a trabajar en este posteo me encontré con la dificultad de no encontrar imágenes claras de Pietrobelli, solo alguna que otra, muy pixelada y de mala calidad por lo que se me ocurrió pedir colaboración a la Artista Comodorense, y Radatilense por adopción, Virginia Nahuelanca Costanzo, quien desinteresadamente hizo este magnífico retrato de Pietrobelli joven (en el momento de andar por nuestras tierras tenía 40 años recién cumplidos), así que Vir gracias por tu ARTE y aporte a nuestra historia!

FRANCISCO PIETROBELLI vino a la Patagonia diez años antes, en 1888, primero a la zona del valle y para 1897 a Sarmiento, de  espíritu emprendedor como muchos de los soñadores que habitaron en esa época, decidió salir a campo traviesa con el fin de trazar un camino recto hacia el mar para poder sacar los productos agrícolas ganaderos de Sarmiento hacia Bs As  ya que Camarones, al norte del Golfo San Jorge, era una distancia demasiado larga para los pesados y lentos carros de carga de la época.

Chata con 12 caballos.

Parte traducida del manuscrito original de Pietrobelli que se encuentra en el Museo Prof. Antonio Garcés de Comodoro Rivadavia. Traducción de la Asociación Italiana de C.R.

…¨A fines de diciembre de 1898 salí de Sarmiento hacia la costa del Golfo San Jorge para encontrar un buen camino para carros cargados y posiblemente ubicar la Rada Tilly, sin conseguirlo, pues la falta de víveres nos obligó a regresar¨...

…¨En marzo de este año intento una segunda exploración por la costa del Golfo San Jorge con los indios Marcelo Saiñanjo y José Pereira, bajando esta vez al valle del Castillo,  y con la ayuda de la carta náutica de Fitz-Roy (https://radatillyenelpasado.blogspot.com/2019/05/1833-sobre-la-carta-nautica-de-fitz-roy.html) y con el trazado de esta costa esperaba encontrar finalmente la Rada Tilly. En este viaje me ocurrió un incidente que por poco me impide ver la rada hasta en la carta citada. Marchando a lo largo de la costa en nuestro reconocimiento, habíamos dejado los carros en el Castillo (Pampa del Castillo, paraje ubicado al oeste de Rada Tilly, camino a Colonia Sarmiento) para desplazarnos con más facilidad, y había dejado de guardia a uno de mis hombres. En un cierto lugar encontramos dos pequeñas salinas y tomadas algunas muestras envié a otro de mis hombres para llevarlas al campamento. Quede solo con Marcelo. Este me aconsejó tomar por un cañadón que al parecer debía abreviar mucho el camino y yo, compartiendo su opinión, acepte el consejo. Iniciamos la subida convencidos de llegar antes del anochecer, pero nos equivocamos. El camino fue largo y fatigoso y nos sorprendió la noche oscurisima cuando estábamos por alcanzar la cima. No obstante, yo quise seguir el camino hasta ver los carros confiando que a esa altura, en la oscuridad profunda, me sería fácil distinguir los fuegos del campamento para luego alcanzarlo y poder dormir bajo la carpa. Marcelo no pensaba avanzar más, y agotado por el cansancio se tiró en el suelo para dormir. Arriba, en cambio, la oscuridad cerrada no estaba interrumpida por ninguna luz y yo me dirigí algo más al Sur hasta que perdida la esperanza me tire también a dormir en el barranco sin reparo. Al amanecer del día siguiente mi caballo estaba aún hambriento y cansado y yo me hallaba en idénticas condiciones. Baje nuevamente de la pampa por otro barranco y encontré un manantial alrededor del cual había pasto y una especie de radicheta silvestre, ¨berro¨, que constituyó mi desayuno. Repuestos así un poco yo y mi animal pudimos continuar por el bajo hacia el NE hasta que vi una columna de humo. Pensé que mis hombres habían bajado a buscarme y que ese humo era una señal, por lo que, sin más, me dirigí hacia ese lugar. Pero bien triste quede cuando luego de recorrer mucho camino pude comprobar que se trataba de un pequeño incendio cuyos autores habían desaparecido.

Encontrándome cerca de una punta que más que ninguna otra avanzaba sobre el mar, quise rodearla y comprobé, carta en mano, que me encontraba precisamente frente a Rada Tilly y que la punta que más que ninguna otra avanzaba sobre el mar, y que había rodeado, era la característica Punta Márquez (Punta del Marqués). Esta comprobación vino a compensar todas las peripecias sufridas.

Este último párrafo es la evidencia del primer registro documentado de alguien rodeando a pie o caballo (eso no queda claro pero el dice andar con su caballo en otra parte del escrito) la Punta del Marqués.

Extracto del manuscrito original.

Publicado el 18 de mayo de 2019